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Notas de Prensa
jueves, 13 febrero 2020
  • El CES valora positivamente la propuesta de promover un desarrollo rural territorial que garantice la igualdad de oportunidades y la cohesión económica y social, aunque considera que hubiera sido deseable abordar el tema una vez definida la nueva Política Agraria Comunitaria.   
  • El dictamen del órgano consultivo valora las propuestas de modernización y profesionalización de las actividades económicas tradicionales; sin embargo, echa en falta una línea de trabajo relacionada con la seguridad y la salud laboral.
  • El Consejo propone destacar “la indispensabilidad del sector agro-ganadero y forestal como eje vertebrador del desarrollo rural” y pide una incorporación paritaria de las organizaciones empresariales y sindicales en el Consejo de Política Agraria, Alimentaria y de Desarrollo Rural.

Bilbao, 13 de Febrero de 2020 

El Consejo Económico y Social Vasco considera adecuada la tramitación del “Anteproyecto de Ley de Desarrollo Rural”, con las consideraciones que este órgano consultivo ha efectuado en su dictamen. El texto ha sido remitido por el Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno Vasco. La nueva norma pretende reemplazar a la Ley de Desarrollo Rural vigente (Ley 10/1998, de 8 de abril) que, desde un enfoque de cohesión territorial, redefina los objetivos estratégicos y sectoriales, reestructure el modelo de gobernanza del medio rural e incorpore nuevos instrumentos de planificación, gestión y financiación.

Actualmente, el medio rural vasco se caracteriza por el despoblamiento, los elevados índices de envejecimiento, la disminución de la población activa, la escasa diversificación productiva y la falta de oportunidades para las personas jóvenes y para las mujeres. El anteproyecto de ley quiere promover un desarrollo rural territorial que garantice la igualdad de oportunidades y la cohesión económica y social para procurar un desarrollo sostenible. En este sentido, el CES valora positivamente la norma, aunque antes de analizar su contenido y como cuestión previa, subraya que hubiera sido deseable abordar este tema una vez definida la nueva Política Agraria Comunitaria, “porque configurará el nuevo marco financiero, jurídico y normativo en que se tendrá que desenvolver el desarrollo rural”.  

Seguridad y salud laboral

El dictamen del órgano consultivo valora las propuestas de modernización y profesionalización de las actividades económicas tradicionales contenidas en el anteproyecto; entre ellas, el fomento del emprendimiento y la potenciación de la presencia de la mujer, aunque echa en falta una línea de trabajo relacionada con la seguridad y la salud laboral, “siendo el sector primario uno de los sectores más afectados por la siniestralidad laboral”. 

El Consejo también estima que la nueva gobernanza de los planes de desarrollo rural propuesta tenga entre sus pilares la colaboración público-privada, aunque no entiende que esta se limite a las asociaciones sin ánimo de lucro y excluya otro tipo de participación.

Indispensabilidad del sector agro-ganadero y forestal

Entre las cuestiones planteadas para mejorar el anteproyecto, el CES propone destacar “la indispensabilidad del sector agro-ganadero y forestal como eje vertebrador del desarrollo rural”, con el fin de evitar que objetivos de desarrollo tecnológico actúen, paradójicamente, en detrimento de las actividades tradicionalmente locales y rurales. También propone explicitar con mayor contundencia la interrelación entre el desarrollo rural y la acción climática, y recuerda la necesidad de coordinar adecuadamente las distintas leyes en trámite; en lo  referido a esta ley, sugiere una coordinación especial con los anteproyectos de Ley de Cambio Climático, Ley de Patrimonio Natural y Ley de Movilidad Sostenible.     

Por último, el Consejo pide la incorporación paritaria de las organizaciones empresariales y sindicales más representativas en el Consejo de Política Agraria, Alimentaria y de Desarrollo Rural.