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Notas de Prensa
martes, 23 julio 2019
  • La Memoria Socioeconómica incorpora por primera vez un apartado específico sobre la situación de las mujeres en la realidad socioeconómica vasca. La nueva presidenta del CES vasco, Emilia Málaga, ha explicado que el Consejo “no podía ser ajeno a las movilizaciones, reivindicaciones y denuncias acontecidas en 2018, que llevaron al centro del debate social el tema de la igualdad”.
  • Globalmente, 2018 fue un año positivo para la economía vasca, con un aumento tanto de la actividad como del empleo. Sin embargo, el impulso se ha ralentizado y se mantienen las incertidumbres internacionales.
  • En 2018 se creó empleo y se redujo el paro en todos los sectores. Aumentó la población activa, aunque la actividad sigue por debajo de lo que sería aconsejable para un mayor desarrollo económico. Destaca negativamente la baja incorporación al mercado de trabajo de mujeres y personas trabajadoras de mayor edad. La calidad del empleo, presenta realidades divergentes (tiempo parcial, temporalidad y brecha salarial).
  • Mejoran los principales indicadores relacionados con las condiciones de vida, aunque todavía no se ha recuperado el bienestar perdido por la crisis. Preocupa la pobreza energética, que ha empeorado este año.
  • La protección social mantiene un nivel similar al de los principales países europeos. Cae el número de personas perceptoras de la RGI y de la PCV y preocupa el saldo deficitario del sistema de pensiones en un contexto de envejecimiento y profundas transformaciones en el mercado de trabajo.
  • Es necesario reforzar la Formación Profesional en todos los estadios, paliar la brecha de género en la elección de estudios y aumentar la participación de las mujeres en los relacionados con la industria.

El Consejo Económico y Social vasco ha presentado esta mañana en Bilbao la Memoria Socioeconómica correspondiente al año 2018. La Memoria ofrece una panorámica completa de la situación socioeconómica de Euskadi durante el año pasado y contiene numerosos datos estadísticos e indicadores, que se completan con las consideraciones realizadas por la Comisión del CES encargada de elaborar el documento. La presentación ha corrido a cargo de la nueva presidenta del CES vasco, Emilia Málaga (*), y del decano de la Facultad de Economía y Empresa de la UPV/EHU, Jon Barrutia, presidente de la Comisión del CES responsable de la Memoria. La nueva presidenta del órgano consultivo vasco ha destacado como novedad la incorporación de un apartado específico sobre la situación de las mujeres en la realidad socioeconómica vasca, una vez entresacados los datos referidos a las mujeres de entre los indicadores más representativos de la Memoria. Según ha explicado, “el CES no podía ser ajeno a las movilizaciones, reivindicaciones y denuncias acontecidas en 2018, que llevaron al centro del debate social el tema de la igualdad”.

Los contenidos principales de la Memoria Socioeconómica 2018 están desglosados en diferentes apartados (Demografía, Economía, Mercado de trabajo, Condiciones de vida y Protección social y Calidad de Vida). El trabajo completo puede ser consultado desde hoy mismo en la página web del CES vasco: http://www.cesegab.com.

LAS MUJERES EN LA REALIDAD SOCIOECONÓMICA VASCA

  • Demografía y Salud. Las mujeres vascas viven 6,2 años más que los hombres, pero esta diferencia se reduce de forma importante si se contemplan los años vividos sin limitación de actividad, que tienden a igualarse entre ambos sexos.
  • Educación. La participación de la mujer en los estudios profesionales es inferior a la del hombre (34,3 % en Grado Medio y 35,2 % en Grado Superior), con una menor matriculación en los perfiles más técnicos. La tasa de abandono escolar temprano es 3 puntos inferior a la de los varones y las mujeres son mayoría en la universidad (53,5 %).
  • Condiciones de vida. Desigual distribución entre hombres y mujeres en la renta personal (diferencia de más de 10.000 euros) y diferencias salariales (23,6 % inferior en las mujeres), que se reproducen en las pensiones por jubilación. Hay más mujeres que hombres entre las personas solicitantes de la RGI (57,8 %).
  • Mercado de trabajo. Aunque la brecha de género se ha reducido notablemente en los últimos años, la tasa de actividad es inferior (52 % frente a 62 %). Esta desigual participación tiene reflejo en los indicadores de ocupación (6,8 puntos inferior), con un acceso en peores condiciones al mercado de trabajo (mayor temporalidad y empleo a tiempo parcial). En 2018 la evolución del empleo fue más positiva para las mujeres y las tasas de paro fueron similares, aunque el paro de larga duración incidió más en las mujeres (55 %).
  • Conciliación y corresponsabilidad. Las mujeres sufren problemas especialmente graves para conciliar la vida laboral y personal y desarrollar una carrera profesional. El conflicto se acrecienta cuando hay hijas e hijos pequeños y personas mayores dependientes. Las mujeres que trabajan fuera de casa dedican un 55 % más de horas al día a estos cuidados y un 43 % más a las tareas domésticas.

PRINCIPALES INDICADORES SOCIOECONÓMICOS EN 2018

Demografía

  • La población de la CAPV creció levemente durante el último año (0,2 %), más en Álava que en los otros territorios. El crecimiento natural (diferencia entre nacimientos y defunciones) se mantuvo negativo por quinto año consecutivo y la población de origen extranjero se incrementó por cuarto año consecutivo y representa el 9,4 % de la población vasca, cuatro décimas más que en 2017, siendo la población marroquí, seguida de la colombiana las principales nacionalidades extranjeras en la CAPV.
  • El CES recuerda que las proyecciones de población apuntan a que estas tendencias se van sostener en el tiempo, por lo que resulta necesario gestionarlas adecuadamente con políticas públicas más transversales y coordinadas.

Situación económica

  • 2018 fue un año positivo para la economía vasca, en el que aumentaron la actividad y el empleo. Aunque el incremento de la producción fue mayor que en la eurozona y el Estado, el CES advierte de que el impulso se ha ralentizado y el escenario global sigue estando sujeto a riesgos e incertidumbres.
  • Infraestructuras productivas. El Consejo llama nuevamente la atención sobre la dependencia energética, superior a la media de la UE y española.
  • Sector público. Afianzamiento de la recuperación de las finanzas públicas, con un aumento de la recaudación que ya supera las cifras previas a la crisis. También se destaca la contención de la deuda pública viva.
  • I+D+i Por segundo año consecutivo crecen estas actividades en términos absolutos. Con todo, el peso de la financiación privada es menor que en los países de referencia. El CES advierte sobre el tamaño empresarial del tejido vasco, menor que en la UE, que puede restar capacidad a las empresas en este ámbito. Insiste en la necesidad de mitigar los factores que obstaculizan la innovación, principalmente de índole económica, de reticencia al cambio, y de nivel tecnológico así como los que dificultan la traslación a resultados, especialmente en las pymes.
  • TICs. Aunque las dotaciones en equipamientos TIC son amplias en el País Vasco, aún queda un amplio margen de mejora en las empresas (cloud computing, firma digital, big data) y en la administración electrónica, con la integración de los procedimientos en los que participan diferentes niveles administrativos. El CES advierte del menor uso del comercio electrónico por parte de las empresas vascas en comparación con las europeas, con la consiguiente pérdida de oportunidades.

Mercado de trabajo

  • Desde 2014 se viene creando empleo en Euskadi de forma sostenida, de manera que se está cerca de alcanzar el nivel de empleo previo a la crisis. En 2018 se ha creado empleo y se ha reducido el paro en todos los sectores y en ambos sexos. A diferencia de los últimos años, la evolución positiva del paro ha estado acompañada de un aumento de la población activa, aunque la actividad aún se mantiene por debajo de lo que sería aconsejable para un mayor desarrollo económico. A pesar de que el paro de larga duración (superior a un año) ha caído dos puntos, el CES mantiene su preocupación por la situación de las personas afectadas, dado su riesgo de exclusión del mercado laboral, especialmente en el caso de las mujeres y de las personas de mayor edad.
  • Políticas activas de empleo. El CES subraya su importancia para reducir el paro estructural, dada la posición cíclica de la economía vasca, y pide un esfuerzo especial en los servicios que presta Lanbide en inserción, servicios a empresas y evaluación de políticas y programas.
  • Calidad del empleo. Coexisten realidades divergentes. Se reduce ligeramente el empleo a tiempo parcial, que puede llegar a ser un problema, especialmente para las mujeres, si es un tipo de jornada no deseada. Aumenta la contratación indefinida, aunque la temporalidad sigue siendo muy elevada y se incrementa en el sector público y afecta especialmente a las mujeres que sufren una brecha salarial. A diferencia de otros años, en 2018 aumentó el paro juvenil (formación y dinámicas cambiantes de la economía).
  • Negociación colectiva. Evolución positiva: Aumento el número de convenios firmados y el de personas trabajadoras implicadas.

Condiciones de vida

  • Mejoran los principales indicadores, aunque todavía no se ha recuperado todo el bienestar perdido por la crisis, si bien se está generando más riqueza que al comienzo de la misma.
  • Cae la tasa AROPE y se sitúa a un nivel comparable a Finlandia y Eslovaquia, por debajo de la media europea y española. Destaca la reducción a la mitad de la ratio de muy baja intensidad laboral. Preocupa la pobreza energética, que ha empeorado este año y es imprescindible para disfrutar de una vida digna, lo que requiere completar el marco legal existente. El CES pide que se realicen los esfuerzos necesarios para que las mejoras en las condiciones de vida alcancen a todos los segmentos de la sociedad.
  • Conciliación laboral. El Consejo constata que las fórmulas empleadas (excedencias, reducción de jornada…) presentan limitaciones en un tejido productivo constituido por pymes, por lo que aconseja diseñar nuevas medidas o reconfigurar las existentes para equilibrar las necesidades de las personas con las de las empresas.

Protección social

  • El sistema de protección social mantiene en la CAPV un nivel comparable al de los principales países europeos. El CES defiende la necesidad de adaptarlo a las nuevas realidades y necesidades sociales, sin menoscabo de su sostenibilidad.
  • Sistema de Garantía de Ingresos. Se reduce el gasto efectuado y cae el número de personas perceptoras de la RGI y de la Prestación Complementaria de Vivienda.
  • Ayudas de Emergencia Social. Aumento en el número de personas perceptoras. Una de cada cuatro ayudas se destina a mitigar la pobreza energética.
  • Pensiones. Preocupa el saldo deficitario del sistema de pensiones de la Seguridad Social y urge el debate sobre su futuro por parte de administraciones y agentes sociales, acrecentado por el contexto demográfico de envejecimiento y de profundas transformaciones en el mercado de trabajo.

Calidad de vida

  • Educación. Buenos resultados en varios de los indicadores educativos, a pesar de que el gasto público es ligeramente inferior al de los países de referencia. Es necesario realizar una esfuerzo para fomentar y reforzar la Formación Profesional en todos los estadios; incrementar los niveles de participación en el aprendizaje permanente; impulsar programas que palien la brecha de género en la elección de estudios y aumentar la participación de las mujeres en los relacionados con la industria.
  • Cultura. El CES expresa su preocupación por la disminución de la inversión y del gasto en cultura, tanto público como en los hogares, dado que su impacto trasciende a la propia actividad económica.
  • Salud y sistema sanitario. Mejoran los indicadores de buena salud, disminuyen el sobrepeso y la obesidad (aunque alcanza a la mitad de la población). Aumenta el gasto total en salud y el gasto sanitario per cápita supera a la media de la OCDE.
  • Vivienda. Se recupera la actividad inmobiliaria. El CES destaca la necesidad de profundizar en las políticas que atienden las necesidades de alquiler detectadas e impulsar la edificación de vivienda protegida en alquiler. La iniciativa pública debe mantener su apuesta por la rehabilitación del parque inmobiliario existente.

 

(*) Sobre la nueva presidenta del CES Vasco

Emilia Málaga fue nombrada presidenta del Consejo Económico y Social vasco en la sesión plenaria que este organismo celebró el pasado día 14 de junio.

Licenciada en Derecho, Emilia Málaga (Portugalete, 1971), ha desarrollado su actividad profesional en el sindicato UGT Euskadi, donde ha sido responsable del Área de Mujer y Secretaria de Igualdad e Internacional de su Comisión Ejecutiva, así como miembro del Consejo Confederal de Política Internacional de UGT. Integrante del Consejo Vasco de Servicios Sociales y del Consejo Vasco de Inclusión Social, Emilia Málaga ha sido miembro de la Comisión Ejecutiva de los Consejos Sindicales Interregionales de la Confederación Europea de Sindicatos y experta del grupo “Migraciones e Inclusión Social” de dicha organización internacional. También fue patrona del Instituto Sindical de Cooperación al Desarrollo (ISCOD). Durante el periodo 2015-2019 ha sido Secretaria General del Consejo Económico y Social vasco.