El Consejo Económico y Social Vasco ha presentado esta mañana en Bilbao la Memoria Socioeconómica 2021, en un acto presidido por la Presidenta del CES Vasco, Emilia M. Málaga, y el Presidente de la comisión encargada de realizar el informe, Jon Barrutia.
En la presentación de la memoria, los responsables del CES han realizado un repaso de los principales indicadores sociales y económicos del 2021, exponiendo también un resumen de las consideraciones recogidas en el informe, que deben tenerse en cuenta para que Euskadi afronte con éxito las Tres Transiciones y se convierta en un país digital, verde e inclusivo.
En lo que al ámbito demográfico se refiere, el órgano consultivo vasco ha puesto de manifiesto los duros datos que ha manejado con motivo de la pandemia, como por ejemplo, las inéditas cifras de defunciones, y la manera en la que han influido en sus consideraciones.
Por otro lado, ha recordado que la CAPV sigue enfrentándose a un enorme desafío demográfico dada la baja natalidad y progresivo envejecimiento de la población, y que requiere de una especial atención en la agenda política. Además, ha señalado que, a pesar de que los saldos migratorios positivos compensaron en 2021 el crecimiento natural negativo, es imprescindible un modelo demográfico y migratorio general que permita orientar las políticas públicas de manera transversal y coordinada, y apunta que la Estrategia 2030 constituye una gran oportunidad para un cambio de tendencia.
En el ámbito económico, el Consejo ha indicado que la progresiva retirada de las medidas de contención frente a la enfermedad por COVID-19 favoreció un mayor dinamismo de la actividad económica, de la que se han beneficiado todos los sectores de actividad, especialmente el industrial, así como los componentes de la demanda, si bien apunta que todavía no se ha llegado al nivel de actividad previo a la pandemia. Asimismo, ha señalado que el ejercicio pasado supuso una importante recuperación de empresas, donde se recuperó el 64 % de las empresas que se perdieron entre marzo y abril de 2020.
No obstante, el Consejo ha expresado su preocupación por el actual escenario inflacionista, dadas sus repercusiones negativas sobre la rentabilidad de la actividad productiva y sobre el poder adquisitivo de la ciudadanía, y apela a la necesidad de llegar a acuerdos y tomar medidas que permitan superar la situación y eviten generar una espiral inflacionista a medio y largo plazo.
En consideración al el empleo y las relaciones laborales, ha destacado que en 2021 se ha dado un crecimiento del empleo que prácticamente ha permitido recuperar la situación prepandémica. No obstante, el Consejo alerta sobre el aumento de la temporalidad y el empleo a tiempo parcial, quedando a la espera de los efectos de la Reforma Laboral aprobada a finales de 2021.
Por otra parte, el órgano consultivo vasco advierte que persisten las bajas tasas de actividad en ambos sexos y en todos los grupos de edad, en comparación con los países del entorno, e indica que esta situación es especialmente preocupante en los casos de las mujeres y las personas de mayor edad, así como en las personas con menor cualificación. Asimismo, insiste en que la atención a los colectivos con mayor desempleo no debe verse afectada por las problemáticas coyunturales y que es necesaria su inserción laboral en términos estables y de calidad.
Además, el Consejo Vasco señala que las Políticas Activas de Empleo (PAE), mantienen un año más su relevancia, y la necesidad de adaptar su oferta formativa hacia los ámbitos destino de los fondos europeos.
SALUD, INNOVACIÓN, MEDIO AMBIENTE Y ENERGÍA
En cuanto al sistema sanitario, el Consejo ha señalado que el COVID-19 ha vuelto a situar la salud pública en la cima de la agenda política, observándose la necesidad de disponer de estructuras suficientes que garanticen una buena atención sanitaria, así como la importancia de establecer mecanismos preventivos, el dotarse de suficiente personal e instrumentos de coordinación que permitan flexibilidad y resiliencia ante shocks sanitarios. De cara al futuro, el CES entiende que la investigación sanitaria y la digitalización del sistema permitirán avanzar en la prevención y mejora de salud, por ello, insta a prestar una atención especial a la brecha digital de ciertos colectivos.
En el ámbito de Ciencia, Tecnología e Innovación, el órgano consultivo ha elogiado la recuperación de la categoría de región de alta innovación que Euskadi perdió en 2019, así como que haya sido considerada un polo de excelencia regional en el RIS 2021. Sin embargo, señala que existen varios factores que obstaculizan la apuesta por la innovación en las empresas vascas, sobre todo en las PYMES, como por ejemplo la existencia de otras prioridades y la incertidumbre sobre la demanda, a lo que hay que sumarle los factores de índole económico y los que dificultan la traslación a resultados de la inversión realizada en I+D. Por ello, el CES comparte uno de los objetivos operativos del PCTI 2030, que es “maximizar la orientación de la I+D+i vasca a resultados”.
En cuanto a la situación del Medio Natural y la Energía, el CES advierte que el avance en el Indicador de Medio Ambiente de EUSTAT ha sido escaso, por lo que cree necesario avanzar hacia modos de transporte y movilidad más sostenibles, modificar las pautas de consumo de los hogares hacia un consumo sostenible, elevar la producción de energías renovables y favorecer la economía circular. Para ello, aconseja llevar a cabo un trabajo de concienciación y modificar los hábitos de vida, que favorecerán también la disminución de Gases de Efecto Invernadero y de residuos.
CONDICIONES DE VIDA, VIVIENDA, EDUCACIÓN Y SECTOR PÚBLICO
En lo referido a las condiciones de vida, el ente consultivo vasco ha destacado que no se ha percibido una caída relevante del nivel de vida de la población vasca en el último año (datos 2020), y que los principales indicadores de riesgo de pobreza y exclusión presentan evoluciones favorables a pesar de la pandemia, entre otras cosas, gracias a que la CAPV se encontraba en el momento del comienzo de la pandemia en una buena posición de partida.
Sin embargo, el consejo advierte sobre la evolución negativa de los indicadores de pobreza energética y la incapacidad de alimentarse correctamente, y alerta de que más del 40 % de las situaciones de pobreza afecta a la población de origen extranjero de fuera de la UE, y un 15 % más corresponde a familias monoparentales encabezadas por mujeres sin ocupación estable. Asimismo, advierte que debido a la pandemia puede haber personas en situación de exclusión residencial, sin cobertura por parte del sistema de protección social.
En cuanto a la protección social, el órgano consultivo manifiesta que, a pesar de los problemas, el sistema vasco de protección social ha mantenido su cobertura en niveles comparables a los principales países europeos, acercándose al porcentaje de gasto respecto al PIB en Europa, y mejorando el del Estado, y ha recordado que es necesario contar con un sistema de protección social fuerte. Además, ha expuesto que, en lo que respecta al Sistema de Garantía de Ingresos, en 2021 ha vuelto a caer el número de las personas titulares perceptoras de las prestaciones del sistema de garantía de ingresos y para la inclusión social (-3,7 % respecto al 2020), especialmente, entre las que reciben la RGI como complemento de renta salarial (15,7 % frente al 18 % en 2020).
En cuanto al mercado de la vivienda de Euskadi, se destaca que este continúa siendo un reto permanente para la sociedad vasca. En este sentido, el CES valora positivamente el nuevo Plan Director 2021-2024, que apuesta por el alquiler asequible y la movilización de la vivienda deshabitada, e insiste en realizar un mayor esfuerzo en dar a conocer los programas existentes de acceso a la vivienda, además de tomar conciencia de las posibles implicaciones que puede tener el escenario inflacionista en este sector, e insiste en que debe aprovecharse la oportunidad que ofrecen los fondos europeos Next Generation.
En cuanto a la educación, el Consejo insta a trabajar en varias áreas de mejora, entre las que destaca la buena tasa de idoneidad y el desequilibrio entre conocimiento y excelencia, así como las desigualdades de género en la elección de estudios. En relación a este último punto, el CES advierte sobre la escasa presencia femenina en buena parte de las familias profesionales y grados con mayor nivel de inserción, y considera necesario profundizar en la estrategia informativa y orientativa de las administraciones públicas para corregir la situación.
En lo referente a sector público de la CAPV, el CES destaca que se ha producido una notable recuperación de las finanzas públicas tras la crisis, fundamentalmente gracias a la evolución positiva de la recaudación. Asimismo, el Consejo apela a la necesidad de centrar la política fiscal y presupuestaria en mejorar los servicios públicos esenciales (sanidad, servicios sociales, educación e investigación), y utilizarla para aliviar la presión del incremento de precios en colectivos vulnerables. De la misma manera, reitera la necesidad de aprovechar los fondos europeos Next Generation para fortalecer los servicios públicos y la inversión pública y privada.