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Notas de Prensa
viernes, 18 febrero 2022
  • El CES Vasco considera adecuada la tramitación del “Plan Estratégico de Empleo 2021-2024”, con las observaciones propuestas. El texto ha sido elaborado por el Departamento de Trabajo y Empleo.
  • El Consejo valora positivamente que el plan tenga como objetivo generar más empleo, y subraya la importancia de que sea de calidad y que abogue por la inclusión sociolaboral.
  • El dictamen apunta tres retos adicionales al de la actual situación sociosanitaria: la transición tecnológico-digital, la transición energético-climática, y el déficit demográfico que dificultará cubrir la demanda laboral.
  • El CES propone dotar de mayor presencia a la Mesa de Diálogo Social, para que los agentes sociales estén informados sobre la elaboración del Plan, así como para que generen propuestas en su ejecución y participen en el seguimiento del mismo.
  • Advierte que el Plan no presta una correcta atención a los indicadores de seguimiento, y que es aún más evidente cuando se hace referencia a la calidad del empleo, uno de los componentes principales de la misión del Plan.
  • Señala que el diagnóstico previo sobre el que se basa el plan, no ha contemplado diversas cuestiones, como la participación de la Mesa de Diálogo Social en su elaboración, así como la correcta definición de la matriz DAFO, o un análisis de las personas desempleadas incluyendo su cualificación.

El Consejo Económico y Social Vasco ha emitido un informe sobre el “Plan Estratégico de Empleo 2021-2024”, según lo establecido en el artículo 3.1.b) de la Ley 8/2012, de 17 de mayo, del propio Consejo Económico y Social Vasco, en el que considera adecuada su tramitación.

El Plan Estratégico de Empleo 2021-2024, tiene como misión generar más empleo y “que este sea de calidad y en condiciones que permitan la inclusión sociolaboral plena de todas las personas”, así como asumir los retos derivados del actual contexto sociosanitario, y los derivados de las transformaciones digital, energético-climática y demográfico-social que vivimos en la actualidad. En ese sentido, el Plan afronta estos retos dando respuesta a los nuevos requerimientos que se han generado en el mercado laboral y atendiendo a las necesidades que las personas trabajadoras presentan para mantener o acceder a un empleo, tal y como lo hace la Estrategia en la que se enmarca el Plan (EVE 2030).

Por ello, el Consejo respalda el Plan Estratégico de Empleo 2021-2024, y valora positivamente que contribuya al relanzamiento socioeconómico en la postpandemia, a la implementación de las tres transiciones (digital, verde y demográfica), y a la promoción de un empleo inclusivo y de calidad para un nuevo contrato social.

COHERENCIA CON OTRAS ESTRATEGIAS Y PLANES

En el dictamen, el CES reflexiona sobre el papel que juega este plan cuatrienal junto a los planes y estrategias del sector más cercanos, como es la Estrategia Vasca de empleo 2030, la cual se destaca por situar el empleo como eje fundamental de las personas y la sociedad, abogar por unas políticas de empleo orientadas a la calidad, inclusión e igualdad, y por adoptar una política colaborativa.

En ese sentido, el Consejo señala que el Plan se aleja de la Estrategia debido al cambio que produce en sus objetivos estratégicos y operativos, así como en sus ámbitos de actuación y líneas estratégicas frente a los objetivos, vectores y claves estratégicas de la EVE 2030.

Además, el CES no ve suficientemente reflejada la importancia de las 3 transiciones destacadas por el programa Berpiztu (digital, verde y demográfica), donde señala que no son suficientes las acciones recogidas en el Plan, teniendo en cuenta el calado que tienen en el empleo. Por ejemplo, en la transición tecnológico digital, señala que la formación debe ir más allá que abordar las competencias digitales básicas, y advierte que no es la solución a todos los problemas, y que sería necesario medir el impacto en la creación y mejora de empleo. En la transición demográfico-social, en cambio, indica que las acciones se centran en el envejecimiento de las empresas, y que no tienen en cuenta la paradójica situación laboral actual, donde el número de personas desempleadas es elevado, y no cubre la demanda de personal cualificado por parte de las empresas.

PROYECTO COLABORATIVO

Así como la EVE adopta una política interinstitucional e interdepartamental, e impulsa la colaboración de los agentes sociales, el Consejo propone que la Mesa de Diálogo Social tenga más participación en las diferentes fases del Plan, teniendo en cuenta la importancia de su colaboración ante los cambios en la realidad económica, social, laboral y sanitaria. Así mismo, también hace hincapié en el escaso papel que se le otorga a la Administración Pública, teniendo en cuenta el importante papel que asume, tanto en la generación de empleo, como en la calidad del mismo. Por último, también señala que el plan debe incorporar acciones de los otros Departamentos, que estén elaboradas específicamente para la política de empleo, y que no sean acciones derivadas de las políticas económicas, que interfieren en la de empleo de manera secundaria. En ese sentido, el CES anima a que el Plan tome una orientación colaborativa, similar a la adoptada por la Estrategia Vasca de Empleo.

RETOS Y DEBILIDADES

Entre ellas, en primer lugar, recomienda realizar una apropiada evaluación y seguimiento sobre la situación de las acciones del plan, incluyendo indicadores cuantitativos válidos para medir el logro de los objetivos. El CES también entiende que el diagnóstico recoge un análisis de debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades más descriptivo y que no se alinea con los problemas y fortalezas de la matriz DAFO posterior. Por último, el Consejo recoge que el vector transversal sobre la igualdad de oportunidades podría quedar diluido, al no adjudicar una dotación económica específica para las acciones que se programan en el ámbito de la igualdad.

DEMOGRAFÍA Y REALIDAD LABORAL

En este camino, el Consejo Económico y Social entiende que existen dos retos demográficos adicionales, que se deben afrontar para ejecutar una buen política de empleo. El primero, está relacionado con el déficit existente par cubrir la demanda de personas cualificadas en el mercado laboral; y el segundo, está relacionado con el envejecimiento de la población, que deriva también en la escasa mano de obra para cubrir los puestos de trabajo.

En esa línea, el consejo también recoge que echa en falta un planteamiento más adecuado para atender a las necesidades de las empresas en materia de empleo y cualificación, sobre todo cuando nos referimos a las microempresas y las PYMES, que serán las más afectadas por la transformación del mercado laboral.